Chile ha puesto en la mesa US$ 12 Mil millones para los próximos 24 meses en un fondo para soportar la crisis.
¿Nos gastaremos ese dinero en "parar la olla" y esperar que con el tiempo las cosas mejoren en base a las reglas pre-crisis de que la vieja economía se haga cargo? ¿retrocedemos 10 años de nuestro desarrollo y re-comenzaremos como estábamos a fines del 2010? ¿ Tendremos que destinar el equivalente a la exportación de Salmón para pagar los intereses de la deuda con nuestros impuestos? ¿Dejaremos a una generación de cesantes jovenes con esa mochila?
El año 2009 , el presidente Obama, en reacción a la crisis financiera en USA, se creó el mayor fondo de recuperación post-crisis desde la guerra mundial, el fondo ARRA (American Recovery and Reinvestment Act). El fondo fue de US$ 850 "billion" (Miles de millones en jerga Europea) , 2,5 veces el actual GDP de Chile. Obviamente la mayor parte era para recuperar empleos, salvar a la banca, etc. pero un 3%, del orden de US$ 30 "billion" fueron destinados estratégicamente a apoyar industrias tecnológicas emergentes de un potencial alto impacto estratégico para USA (una nueva realidad, se decía en ese entonces).
En el cuadro se aprecia como dichos fondos de inversión estratégica fueron invertidos en muchas tecnologías emergentes hace 10 años pero hoy son las que lideran el mundo.
El programa derivado del ARRA fué la base de muchas tecnologías e industrias que hoy dominan el panorama industrial mundial y también del liderazgo de EEUU 10 años después. Por ejemplo, TESLA fué una de las empresas que se favorecieron fuertemente de esos fonos estratégicos.
Hoy , de acuerdo al recién publicado documento de la Agencia Internacional de Energía (IEA) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) , cuyo objetivo es promover y apoyar que parte de los fondos "COVID" de recuperación, se inviertan en tecnologías de sustentabilidad energética, con la promesa de una mejor y más valiosa recuperación de la economía mundial.
Los paquetes ya anunciados y que podrían incluso duplicarse llegan tan solo en las naciones del G20 un total de US$ 7 trillion , lo que representa la suma del GDP de Francia y Alemania o 20 veces el GDP de Chile.
En promedio representan un 7% del GDP de los países
.
Mi opinión es que Chile debería pensar desde ya en un plan similar. Destinar o reservar unos US$ 500-600 millones ( alrededor del 5% ) de su paquete de recuperación en invertir en un épico "fondo COVID para una nueva realidad industrial de Chile" , una semilla de un nuevo cluster de desarrollo, que nos permita planear un futuro menos dependiente de las materias primas. Está claro que o lo hacemos ahora o nunca, pasarán décadas en que esta oportunidad única se repita. Con inteligencia y buenos pensantes, este fondo podría apalancar un monto similar usandolo como subsidio, garantía o inversiones críticas de largo alcance. O sea llegar a un monto de US$ 1.000 millones representaría un 0,25% del PIB , lo cuál sería una cifra considerable a gastar en estos temas.
Se ha hablado demasiado del tema del Litio y su cadena de valor, de los centros de datos asociados a la astronomía, de la inteligencia artificial , ahora se habla de un plan de producir hidrógeno verde.
Tenemos tantos sueños y tantos planes de consenso, pero sin una inversión decisiva, épica y de masa crítica, nos
volverá a pasar que la confusión de deseos y sueños con realidad nos jugará mala pasada. Que simplemente hablar no implica que las cosas pasen.
Los países desarrollados ya lo están haciendo. Mientras hablamos , ya Europa, USA, Japón, China , etc están trabajando en la lista corta de las tecnologías e industrias donde piensan apostar. Y nadie piensa en solo una, sino en varios huevos que compitan.
El propuesto "fondo COVID para una nueva realidad industrial de Chile" , una "colita" de los enormes gastos del fondo COVID que será literalmente devorado por las personas y empresas que necesitan ser ayudadas, es una inversión de riesgo, sin duda, pero menos riesgoso que "consumirse" el dinero.
Esta misión país (no del gobierno de turno) , debería ser construida por representantes de la industria , de la ciencia y del estado, convocados y liderados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile con la oportunidad que este acto de innovación republicana debiera inspirar y cautivar. Con participación de CORFO que deberá administrar los fondos bajo un mandato país y del congreso, a través de su comisión de ciencia y tecnología.
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